22/7/14

Aldea de la Ilusión


Escuelas para la Vida se sitúa en la Graja Escuela “El Colmenar”,  una finca en la pedanía de Huete de La Langa.
Su objetivo es dar respuesta socioeducativa a las condiciones deshumanizadoras que padecen las personas en las ciudades dormitorios, en las prisiones, o en espacios con problemas específicos, que crean, además, otras situaciones marginales, tales como drogodependencias, prostitución, desempleo, VIH/Sida, etc.

Desde el mes de febrero, un grupo de siete voluntari@s pertenecientes al programa Biblioteca Solidaria, han trabajado de manera intensiva junto a los alumnos de Escuelas para la Vida. La actividad se ha desarrollado un fin de semana al mes y ha culminado con la Escuela de Verano durante dos semanas del 13 al 27 de julio. 


En ella participan  25 niños y niñas de entre 3 y 14 años. Algunos son hij@s de alumnos o ex-alumnos de Escuelas para la Vida, otros vienen desde el barrio de Palomeras Bajas (Vallecas) o desde comarcas cercanas a Huete- Tarancón (Cuenca).

La actividad plantea las normas de comportamiento y convivencia que todos, mayores y pequeños, deben respetar; una vez consensuadas, todos firman un “contrato de aceptación de las normas acordadas”. Se trabaja todos los días el aseo personal y la limpieza de la casa y de las habitaciones, se refuerzan las tareas escolares, creando o reafirmando métodos y hábitos de estudio, además, en todas las actividades se trabajan valores y habilidades sociales.
En la opinión del voluntario que ejerce de coordinador de la actividad “En este proyecto marco cabe el trabajo con todo tipo de colectivos. Esencialmente trabajamos con menores entre 3 a 16 años que provienen de familias desestructuradas, con estilos permisivos, de control laxo y escasa afectividad. La estancia de estos menores en la granja supone un respiro a su día a día, a una cotidianidad solitaria con el único refugio de la televisión y los videojuegos. Los niños esperan ansiosos llegar a la granja y estar en contacto con la naturaleza, evadirse de su realidad y encontrar abrazos sinceros de educadores que se convierten en amigos e incluso en familias (aunque sea por una corta estancia)".

Trabajo con toxicómanos
El trabajo con menores es uno de los distintos proyectos que se realizan en Escuelas para la vida. Para estas personas el estar en contacto con los niños es una clave más para su posterior reinserción social; en pocas palabras, consiste en tratar con personas de la edad de sus propios hijos (en el caso de muchos de ellos) y comprender y aplicar conductas saludables y adecuadas que distan, en gran medida, de lo que protagonizaron ellos mismos como padres en sus hogares.

Los niños reciben de estas personas una sensibilización que viene de la mano de protagonistas principales de realidades muy parecidas a las que ya se están viviendo en casa; la diferencia es que, aquí, se trabaja con límites positivos.

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