Final de temporada en los talleres de mayores

 Finaliza el curso en los Talleres de Lectura para personas mayores: “Paseo del Huécar” (Cristo del Amparo); Literatura y “En voz alta” (Cuenca II); Dos Ríos y en las residencias del Hospital de Santiago, Sagrado Corazón, Las Hoces y San José

En todas estas residencias y centros de mayores, cada semana la lectura en grupo se ha convertido en un hábito que motiva, entretiene, nos hace recordar, nos divierte, nos lleva a conocer lugares lejanos. Durante este curso hemos reído, llorado, hemos cantado en grupo, hemos debatido, aprendido cosas nuevas y hemos vivido interesantes historias de amor y desamor; en definitiva hemos sentido que la literatura y la vida valen la pena. 

Fausto, voluntario del taller Paseo del Huécar, nos cuenta: 

"Un curso da para mucho y como el nuestro es un club de lectura aventurero, hemos pasado buena parte de nuestro tiempo recorriendo las amplias Avenidas de Manhattan de la mano de Carmen Martín Gaite, subidos a ese maravilloso libro suyo que se llama Caperucita en Manhattan. No solo fuimos cómplices de la protagonista, sino que nos atrevimos a inmortalizar esta obra en un divertido juego de mesa basado en esas imágenes y localizaciones que fuimos conociendo de una isla en forma de jamón.

Era ayer cuando empezamos a leer unas líneas de lo que parecía el libro del Génesis en La Biblia y resulto ser un apasionante recorrido por los alrededores del paraíso. Adán y Eva nos llevaron a empezar la historia, nuestra historia: hombres, mujeres, sexo, hijos, enfrentamientos, amor, odio,… Bien pudo ser esta que narra Gioconda Belli en su libro El infinito en la palma de la mano, la parte que los evangelistas, supongo que por pereza, no nos habían contado".

En el centro de mayores Cuenca II, con Juana,  hemos viajado hasta Japón en busca de huevos de gusanos de seda a través de Seda de Baricco, y hemos vivido en el País Vasco en la mente de una vaca en el hermoso libro de Bernardo Atxaga  Memorias de una Vaca. La lectura de Romeo y Julieta en versión lectura fácil, nos ha dado pie a la lectura de historias de amor y desamor, ensayos sobre el amor romántico o conocer el amor a través de la historia del arte. Terminamos el curso con una lectura divertida y refrescante, Manolito Gafotas.  En este centro, la poesía ha tenido protagonismo  propio en el taller "En voz alta", donde Paco les enseña los secretos de una perfecta lectura en alto.  

En todos los talleres hemos compartido las andanzas de Don Quijote, y juntos fuimos partícipes y conocedores, con la ayuda de la escritora y profesora Rosa Navarro, de que la lluvia en el Quijote, tan poco habitual en la Mancha, fue la culpable o la excusa necesaria para que Cervantes incorporase a su libro el “Yelmo de Mambrino” que se ha convertido en símbolo e imagen de estos dos genios, uno real y otro inventado, en la celebración del 400 aniversario de la muerte del autor. 

El álbum ilustrado ha tenido presencia en todos los grupos y durante todo el cursos:  Arturo y Clementina, Las lavanderas locas o Huevos duros entre otros títulos. 

El voluntario Luis ha realizado la lectura de El conde Lucanor, en versión para jóvenes, en las residencias de Las Hoces y San José, además de otras lecturas,  esperamos repetir la experiencia en otros talleres durante el próximo curso. 

Las voluntarias Paqui y Aurora han sido las encargadas de llevar y compartir lecturas con las personas residentes en el Sagrado Corazón y el Hospital de Santiago. Entre ellos los Cuentos por teléfono de Rodari. 

En el último trimestre el centro de mayores Dos Ríos se ha incorporado al Programa con un grupo de experimentadas lectoras coordinadas por Paco. 

Ayer, repartimos los diplomas, nos despedimos con un hasta pronto y en unos pocos meses el club de lectura se volverá a reunir tras el descanso veraniego y de nuevo alguien dirá eso de “Decíamos ayer”.